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martes, 8 de noviembre de 2016

Renta variable y renta fija. ¿Por qué la renta fija también puede ser negativa?

La gente suele identificar la renta fija con el bajo riesgo porque piensa que su rentabilidad, al ser fija, es segura y por tanto, los productos de renta fija no deberían dar rentabilidades negativas. Eso sería así si la renta fija no se vendiera en un mercado secundario. Dentro de las inversiones podemos distinguir la renta fija de la renta variable. La gente suele pensar que la renta fija son letras y bonos y la renta variable es todo lo demás. Sin embargo, esa apreciación tampoco es exacta porque los derivados no deberían considerarse renta variable. Pero lo vamos a explicar de una forma sencilla para que pueda comprenderse.

Imaginaos una gran empresa que cotiza en bolsa, la que os apetezca. Resulta que es una empresa que quiere crecer y necesita inversores. Entonces, lanza una  venta de acciones que serán compradas por los accionistas que serán poseedores de capital de la empresa. Los accionistas aportan capital a cambio de ser beneficiarios de los resultados de la empresa. Sus beneficios serán recibidos en forma de dividendos y éstos no tienen periodicidad ni porcentaje pactado. Los inversores recibirán sus dividendos cuando la compañía lo considere oportuno.

Sin embargo, imaginaos que la compañía quiere expandirse por un mercado nuevo pero no quiere lanzar más capital porque, entonces, el número de inversores crecería y los inversores actuales, perderían porcentaje de capital. Entonces piden un préstamo. En vez de pedirle el préstamo a un banco, lanzan una deuda pública y los particulares se hacen acreedores de la compañía en vez de accionistas. Estos acreedores no son dueños de la empresa y, pasado un tiempo, recibirán su capital y una rentabilidad previamente pactada es que la famosa renta fija. Funciona como cualquier préstamo sólo que el tiempo de liquidación lo decide la compañía, por eso hay renta fija a corto plazo, como las letras o renta fija a largo como los bonos.

Sin embargo, esa deuda puede comprarse y venderse. Por ejemplo, un acreedor tiene un bono a diez años de una empresa u otro organismo que haya lanzado deuda pública (por ejemplo, deuda española) y no quiere esperar a su liquidación. Entonces va a un mercado donde se compra y se vende esta deuda llamado Mercado Secundario y la vende. Si hay muchos inversores que están deseando comprarla, es posible que le saque dinero pero si nadie quiere comprarla, a lo mejor tiene que venderla por debajo del importe que ha invertido. Por eso la renta fija puede bajar. Esto puede verse, especialmente en renta fija a medio y a largo plazo porque a corto plazo, puesto que el inversor puede esperar un tiempo razonable a que se liquide, no suele haber tanta diferencia entre el importe de lo invertido con respecto al de venta.

Ése es el motivo por el que la renta fija puede ser negativa al igual que la renta variable.


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