Los productos estructurados son productos de ahorro que tienen una rentabilidad condicionada al comportamiento de un valor o una cartera de valores en una fecha determinada (por ejemplo, lo que va a hacer Telefónica y Santander en agosto de 2018).
Se trata de depósitos en la mayoría de las ocasiones y suelen tener una duración de dos a cinco años. Pasado ese tiempo se observa el comportamiento del valor y si ha cumplido la condición, se abona una rentabilidad. En caso contrario, el ahorrador percibe la misma cantidad que invirtió, es decir, el peor de los escenarios es que el ahorrador no reciba ninguna rentabilidad.
Bueno, realmente no es ése el peor de los escenarios. En realidad, el peor de los escenarios es que el banco emisor caiga en quiebra y el inversor tenga que acogerse a la ayuda del Fondo Social de Depósitos Bancarios si éste le ampara. Es muy improbable pero una vez ocurrió: Lehman Brothers era emisor de estos depósitos estructurados que todavía no habían vencido cuando se publicó la terrible noticia de la caída del gigante y, como hemos dicho, es poco probable pero puede ocurrir y de hecho, ocurrió.
La forma en que aplican la rentabilidad pactada es debido a que una parte de la inversión contrata un futuro (o un producto derivado similar) aplicado al comportamiento de unos valores seleccionados. Normalmente, este futuro está pensado para valores estables que pueden cumplir el objetivo fijado. A este futuro lo llaman "estructura" y de ahí que se denomine depósito estructurado.
Dado que estos productos se consideran complejos de comprender, no suelen publicitarse en las páginas webs de las principales entidades por lo que no puedo enseñarte un ejemplo de un depósito estructurado vigente.
Es un producto para inversores conocedores de estos productos, con un perfil medio-conservador y con una capacidad de inversión alta, ya que el mínimo de inversión de estos productos es entre 5000 y 10000 euros y por tanto, no se recomienda esta inversión a quien concentra en esta cantidad todos sus ahorros sino a quienes tienen la capacidad de diversificar entre éstos y otros productos de inversión.
Se recomienda que el tiempo de inversión sea el menor posible para que el comportamiento de la cartera sufra menos incertidumbre, aunque, cuando menor sea el tiempo, también hay que decirlo, menos será la rentabilidad potencial del producto.
Los Despósitos estructurados están pensados para personas que buscan una rentabilidad algo más elevada que la que ofrece un despósito... eso sí, tienen que estar dispuestos a no ganar nada.